Melody siempre amó Nueva York, pero aquella mañana fría en Manhattan entendió que su verdadero lugar en el mundo sería únicamente aquel en el cual Joan despertara a su lado.
Melody siempre amó Nueva York, pero aquella mañana fría en Manhattan entendió que su verdadero lugar en el mundo sería únicamente aquel en el cual Joan despertara a su lado.