Lo veía un par de veces al día. Siempre estaba solo. Su suéter azul claro y camisa por debajo demostraba una clara señal de nerd al 100%. Solo que en él existía algo que me hacia pensar que se esforzaba demasiado por ocultar algo extraordinariamente secreto. Y yo lo descubriría. Camille Andrade era una chica de 18 años colocada altamente en la jerarquía social del instituto al que asistía. Aunque a ella no parecía importarle, era tal vez, la típica adolescente mimada. Por otro lado, estaba Dylan Hunt, un chico solitario amante de los libros. O eso es lo que aparentaba. Él ocultaba un secreto muy poderoso, y no faltaba mucho para que alguien lo dejara a la luz.