"El rey del pueblo y el alfa más poderoso pero también el más bondadoso. Es querido y amado por todos aquellos que habitan en esas tierras..." Lee Felix es el omega que sirve al joven rey y a su ambición desde que le vió bailar con tal sentimiento en aquél festival. Haciéndolo su prisionero. Según él, Felix parecía un ave en pleno vuelo cuando sus brazos se movían y su pequeña cintura lo envolvía sin querer. Sus piernas parecían ser un gran soporte a pesar de ser muy blancas y suaves a simple vista. Christopher Bang, es uno de los guerreros más fuertes del pueblo y quizá uno más del montón que tiene que ir a luchar para salvar al lugar de los enemigos. Cuando Christopher anuncia su ida a la lucha, Felix llora mientras le ruega que no lo dejé solo y en la oscuridad. Cuando Bang está por irse, le llega la noticia de que el joven omega que tanto ama fue llevado al palacio por órdenes del rey. Devastado y con el corazón herido y sin una palabra de despedida, se obliga a sí mismo a irse. Jurando amor a una luna brillante y lluvia desastrosa; se dice que volverá con vida para volver a ver a su otra mitad. Lee continúa en el palacio. Sirviendo a su alteza como se esperaría que lo hiciera. Con el corazón en la pulsera que le regaló su alfa y un sufrimiento en cada rincón de su piel. No pasan mucho los años y el regreso del capitán Bang y su ejército se hace presente en el pueblo. -Mi señor, volverán pronto -susurra Felix, sin mirar a su emperador. -¿Quieres ir? ¿Quieres ver cómo entran por la gran puerta? -Mi señor, ir ahí es una falta de respeto, yo nunca podría hacerlo, sería como serle infiel, mi señor. -En cuerpo jamás lo serás, pero sé que tu corazón y mente nunca serán míos. Felix guardó silencio y asintió. Haciendo honor a aquellas palabras y huyendo para encontrarse con aquel ser amado suyo. Es hasta que su mirada se encuentra con Bang que recuerda que significa respirar sin senti