Ya habían pasado ocho años desde que Holland se mudó a Larton Lake. Ocho años desde que su padre le prohibió subir al desván. Cada vez que pasaba por debajo de la puerta de la buhardilla, permanecía varios segundos observándola, preguntándose qué habría ahí arriba. Sin embargo, la voz de su padre siempre la distanciaba del lugar. Su paciencia tenía un límite y lo alcanzó después de tantos años aproximándose a éste muy lentamente. Un día, decidió subir y desobedecer a su padre, descubriendo así el secreto que tanto ansiaba conocer.