Eran sus momentos, sus besos, sus brazos y sus sentimientos lo que los hacían ellos mismos. Eran el dúo desigual, sin embargo, Diane era la alegría que a King le faltaba, y King esa pieza que a ella le completaba.
Eran sus momentos, sus besos, sus brazos y sus sentimientos lo que los hacían ellos mismos. Eran el dúo desigual, sin embargo, Diane era la alegría que a King le faltaba, y King esa pieza que a ella le completaba.