Fran a veces vuelve al desván entre dormida y despierta. A sus paredes azules y manchas de pintura de colores en el suelo. A veces vuelve a Veronika. A su risa, a sus cuentos, a sus juegos. Hoy al despertar Fran cumplirá 17, la edad que V siempre tendrá. Poco se imagina, que Veronika le pedirá un último juego: encontrarla.