Fuimos dos cuerpos amantes, almas que se desgastaron con la promesa de un permanente querer. Tus ojos iluminaban mis ideas. Tu voz guiaba mis escritos. ¿Dónde te has ido? ¿Por qué te ocultas de mí? Tu presencia va más allá de una sombra, de una mariposa o una brisa; eres una voz que me acompaña en cada decisión. Eres una fotografía. Eres un vívido recuerdo. Por siempre inmortal. Veo tu fantasma frente a la ventana de mi departamento. Volteas a verme. Tu sonrisa sigue allí, nunca se ha esfumado. Nunca se ha deteriorado como lo he hecho yo. Huelo el cigarro y la colonia barata. ¿Dónde estás, extraño? • portada hecha por mí. • actualizaciones cada viernes. • la obra tiene prohibida la copia o adaptación de ella misma.
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