Había una vez, una bella mujer, ella nunca se había enamorado. Al ser una noble, su compromiso fue arreglado para el bien del reino, así que su desconocido prometido, el cual vivía muy en un reino muy lejano, le propuso enviarse cartas mutuamente y así conocerse mejor. A la bella mujer le encantaban las aves, así que le dieron a elegir cual seria su mensajera, pero conoció a un ave que cambiaría el rumbo de su historia.