Tras un trágico accidente de barco en el medio del océano, su vida se convirtió en algo realmente inesperado. Vivir con animales y hablar su idioma era su día a día al igual que alimentarse de frutas y plantas. Era lo mejor y lo único que conocía hasta el momento, al menos así sería hasta que ciertas personas invadieran su hogar y cambiaran su rutina.