Regulus Black está cansado. Está harto de ser el hijo perfecto que hace todo lo que sus padres le piden. Está harto de fingir que el camino que sigue es el correcto. Odia no poder decidir y está cansado de fingir que todo está bien. James Potter piensa que es feliz. Su familia lo ama tanto como se puede desear. Tiene el mejor grupo de amigos que se puede tener. Y la chica que siempre le ha gustado al fin le corresponde. ¿El problema? El chico de ojos grises que lo saca de su ensoñación.