En la vida podemos llegar a un punto donde todo lo que pasamos parece absurdo, recordamos nuestros triunfos y fracasos, pero siempre queda la duda del "Hubiera" ¿Y sí hubiera elegido a esa chica que moría por mí? ¿Sí hubiera enfrentado mis miedos y la hubiera aceptado? Se culpaba frecuentemente por las decisiones que tomó, aquellas que lo llevaron a un camino muy distinto de los planes que tenía en mente. Pobre Manuel, ahora ella era quien tomaba las riendas del camino, sin victimez, adicta a la libertad y amante de su soledad.