Solía mirar las nubes en búsqueda de una forma divertida que lo hiciera sonreír, solía ver a las pequeñas mascotas en búsqueda de una pureza parecida a la de ellos, solía recurrir a su imaginación para encontrar la lujuria que nunca ha sentido, solía leer los antiguos poemas en búsqueda de ese sentimiento llamado amor ese mismo que suponía nunca sentiría por completo. Llego el momento donde ya no tenía que buscar en tantos lugares, encontró eso dentro de una persona, encontró la felicidad, la pureza, la lujuria y el amor. Encontró todo eso dentro del humano y el lobo.