Cuando Isabella, mi madre, estaba en labor de parto, ocurrió algo inaudito. Los demonios no tenían previsto que nacieran gemelos. Habían pocas diferencias entre los dos, pero las habían. Uno tenía los ojos tan negros como la madrugada, y el otro tenían los ojos de su madre. Ese soy yo, el de ojos violetas. Gracias a mi hermano, Ray, pude saber a temprana edad el secreto de nuestro orfanato, y hemos estado trabajando juntos planeando nuestro escape, siempre tras bambalinas. Mi nombre es Hadrian. (La imagen de la portada no me pertenece. Editada por mí)
30 parts