- ¿Por qué tendríamos que aceptarla en nuestra escuela?- Hablaba firmemente la mayor a la chica sentada del otro lado del escritorio. - Sé hablar francés, inglés y español, y mis notas siempre fueron altas. - ¿Cómo puedo comprobar eso? - Déjeme entrar en su escuela y se lo demostraré. - De acuerdo, te daré dos meses para comprobar lo que dices, ve con mi secretaria; ella hará los tramites. - Gracias- dijo levantándose y dirigiéndose con la secretaria. - ¿Cuál es tu nombre querida? - Sa-Sarah... Sarah Anderson- dijo entre pausas...