Una vida solitaria no era vida, él lo sabía a la perfección. Sin embargo, el mundo que lo rodeaba no le dejaba más opción que aceptar su destino. ¿Mujeres? Abundaba y muy pocas llamaban su atención hasta que apareció ella y dio vuelta su mundo. Un mundo donde la oscuridad es el jefe y las balas son semillas de luz; sin embargo, ella era la esperanza. Andréi se encontraba colapsando entre la espada y la pared, pues cierto que la vida de Liane no era color de rosa y estaba dispuesto a ayudarla, pero ¿sería capaz de renunciar a lo que comenzaba a crecer en su interior si eso evitaba ingresarla en otro mundo oscuro como es el suyo? Ella es luz y él, oscuridad. Ella es color y él, sombra. Ella es su flor y él, las espinas. . . PROHIBIDA SU COPIA.