El corazón suele detenerse estando tu en pie. Puede seguir latiendo aunque esté muriendo. La protagonista del arte de aquel pintór experimentó aquello, revivió su melifluo latír y aquella bailarina descubrió lo que es el verdadero pálpito mientras ambos caían en su más colorida aurora. ¿Que mejor musa que una bella bailarína?