El mundo contiene un infinidad de lugares. Lugares desconocidos y hermosos, exóticos por mucho decir. Pero a diferencia de muchas personas Fabrizio Rosemberg de Castilla, viaja a distintos lugares para descubrir sabores.No es crítico, ni un profesional en la elaboración de comida pero si le gusta comer. De TODO. Podría decirse que es un alma sin atadura y sin compromiso. Eso hasta que recibe una carta de su padre. -¿Imperio de Oriente?... Que raro, es el imperio que el rubio demente nombró. Meh, iré. ¿Que acontecimientos le espera al joven glotón? ¿Dejara de comer alguna vez en su vida y por fin sentará cabeza como se debe? Dejo muchos corazones rotos a su paso pero ¿No podían comprender que solo quería ser libre y disfrutar la comida?