La única opción que tengo, es huir.
Por culpa del alcohol, disparé aquella arma delante de un testigo.
Es la condena de mi vida, mi único pecado.
¿Cuál es el tuyo?.
La única opción que tengo, es huir.
Por culpa del alcohol, disparé aquella arma delante de un testigo.
Es la condena de mi vida, mi único pecado.
¿Cuál es el tuyo?.
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué sucedería si esa historia no termina allí? ¿Qué pasarí...