Cuando tenía siete años, mi madre murió en un accidente automovilístico, Desde ese entonces quedé al cuidado de mi padre, siempre lo escuchaba llorar por las noches cada que recordaba a mamá, yo me recostaba a su lado, lo abrazaba y lloraba junto a él; también la extrañaba y mucho. Ahora no sé qué pasará con papá, el temor de perderlo no me permite separarme de él. El destino a demostrado ser cruel conmigo, tal vez no debería esperar nada bueno de el.