"Eres un algodón muy brusco." "¿Cómo me has dicho, imbécil?" "¡Algodón!, ¡pedazo de sordo!" "...Rindō." "...¿Sí?" "Me caes mal." ... Él pensó que sus sentimientos serian emiferos. Él creyó que a su hermano le interesaba la persona que le gustaba. Él pensaba alejarse.. Pero el sólo echo de siquiera pensar en alejarse le dañaba. Él sí se alejaba cada que podía con la intención de protegerlo, olvidando por completo que ambos estaban metidos en temas de pandilla. Definitivamente Nahoya y Rindō eran un par de jovenes estúpidos, unos los cuáles comenzaron a amarse sin darse cuenta. ©Dominick.