O1

184 23 3
                                    

Emiferos fueron mis pensamientos al momento de ser cubierto por la silueta de mi hermano mayor, Ran

اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.

Emiferos fueron mis pensamientos al momento de ser cubierto por la silueta de mi hermano mayor, Ran. Ah, había olvidado que iríamos a comprar y que por eso me encontraba aquí sentado en el cordón de la vereda, lo tuve que esperar por tanto tiempo que olvide completamente el porque estaba sentado allí en primer lugar.

- Ya vine, anda, levantate. - Soltó Ran, empujandome sutilmente por la espalda al posar su pie sobre ella. Espero que no se le ocurra dejar la marca de su chancleta allí, sí es que llegó a marcarse.- ¿Acaso te enamoraste del edificio de enfrente cómo para mirarlo tan fijamente?, o tal vez ya necesites un cambio de lentes, hermano.

Su pregunta me devolvió de lleno a la realidad, obligandome a dejar todo pensamiento de lado. Me hundí tanto en mis preguntas que no me había dado cuenta cuándo clave mi mirada sobre el edificio que tenía enfrente. ¿Aquellos estúpidos pensamientos realmente me habían distraido tanto otra vez?

- Dios, Rindō. Ya levantate, pareces un estúpido mirando tan fijamente el edificio. - hablo Ran con impaciencia, remarcando una vena de su cuello con sutileza. - ¿Qué es lo que te está pasando?, ya es la décima quinta vez que haces lo mismo.

- ¿Décima?-.. Oye, un momento. ¿Acaso has estado llevando la cuenta? - pregunte con incredulidad. - ¿Y desde cuándo son tantas las veces?

- Rindō.

- Ran.

- Desde que te levantas hasta que te duermes estás más ido que vagabundo enmarihuanado.

- ...

Ok, mi hermano acababa de decirme vagabundo y marihuano al mismo tiempo, y aunque lamentablemente no podía negar el echo de que últimamente estaba disaliñeado. Mi hermano, mi propia sangre acababa de decirme vagabundo.

- Oye, no es cómo que tú te vistas elegantemente todos los días. - solté de manera acusatoria, achinando mis ojos una vez señale las prendas de Ran.

- Use la ropa que use, siempre me veo bien. - respondió con total orgullo. - en cambio tú, parece que te atropello un carro.

- ... Mejor cállate y avanza.

Dicho aquello me levante de aquel cordón que separaba la vereda de la calle, avanzando a unos tres pasos por delante de Ran. Prefería evitar cualquier pregunta suya a tener que responderle cada una de ellas, porque a decir verdad; Ran aveces preguntaba cosas que me hacían dudar hasta de mi propia existencia en el plano terrenal. No sabía que clase de habilidad extraña tenía para hacer dudar a las personas, pero daba miedo.

Y ahora que dejaba de lado mis dudas y me ponía a pensar sobre mi hermano, él era considerablemente guapo, lo suficiente cómo para embelesar tanto a mujeres cómo a hombres.
Ran era alto y delgado, midiendo un metro ochenta y tres para ser exactos, con rasgos igual de finos que los de una mujer pero sin perder aquella masculinidad tan característica de él. Su frente media aproximadamente entre cinco o seis dedos, pero su sedoso y largo cabello cubría y embellecia aquel detalle de su cara. Su piel era más blanca que la mía debido a que él era quién casi no salía, por lo cuál su tez era de un tono lechoso y limpio. Oh, y sus ojos, aquellos que eran completamente iguales a los míos, siendo estos de un color violeta penetrante.. Ese color tan hermoso sólo le quedaba bien a él.
Ran realmente era perfecto para todo aquel que llegará a su vida. Claro que tenía sus defectos cómo cualquier otra persona, teniendo de ejemplo su mala pero disimulada vista, o incluso su humor tan amargado. Pero tales cosas eran tapadas con todo lo demás de él, volviéndolo completamente el hombre de ensueños de muchos.. Incluso para él.

¿Envidiaba a mi hermano por toda la ventaja que tenía en cuánto a físico se trataba?, por supuesto que lo hacía, él me ganaba por mucho y eso era algo que no me podía quejar ya que mis intentos por ser más, serian en vano.

Oh.

Aquella presión en mi pecho había vuelto ante tal pensamiento de mi parte, apuñalandome cruelmente cómo si fuese un simple saco de arena el cuál estaba allí para probar el filo de todo cuchillo que se encontrase cerca. Ese maldito sentimiento de dolor volvía a molestarme por sólo haber pensado lo de siempre.. Aquello que nunca podría quitarme de la cabeza cada que observaba de más a Ran y comenzaba a halagar internamente cada cosa suya.

Ran sí podría protegerlo cómo se debe.

Él no era un debilucho cómo yo, tampoco se dejaba mandar por sus propios sentimientos, ni era alguien que demostrara debilidad hasta en el peor momento.. Realmente era ideal para él, con un demonio. ¿Qué carajo es lo qué estoy pensando?, ¿acaso estaba poniendome celoso de mi propio hermano?, ¿por qué justamente de él?, hay muchos que también pueden ser ideales, ¿por qué debo ponerme especificamente celoso de mi hermano mayor?
Realmente soy un idiota.

- Rindō. - escuche decir a Ran luego de que chasqueara los dedos frente a mí.

Ah, había ocurrido otra vez.

- Mierda, no hagas eso, Ran. - respondí a su llamado a modo de queja, siendo evidente el echo de que estaba refiriendome a su chasquido frente a mí. - me asustaste.

- casi te llevas un poste por delante. Deja de pensar tanto y presta atención por donde vas. - regaño una vez que achino sus ojos juzgadoramente hacía mí. - no seas un miedoso.

- No lo había notado. - murmure.- Ja, ja, ja. Metete esa burla bien en el fondo.

- Chistosito.

La conversación llegó a su fin en cuánto estuvimos a pasos de llegar al Supermercado, ni siquiera había notado que ya estabamos cerca, increíble.
Suspire bajo para avanzar hacía aquella gran tienda luego de recibir la mitad de la lista de compras, yendo por la derecha mientras que Ran iba por la izquierda debido a que las cosas de su parte en la lista se encontraban de ese lado.
Cómo odiaba ser siempre yo el que debía ir por la derecha, el sólo echo de ir por ese lado me recordaba al día en el que me lo tope.

Nahoya...

Nahoya

اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.

.
.
.
★.- Tarah, primer capítulo subido, que emoción. ¿Ustedes creen que Rindō es un tonto por compararse con Ran?, yo digo que hay que abofetearlo, o cuidarlo muchito para que deje de pensar esas cosas.. Bleh.
El próximo capítulo ya va desde la perspectiva de Nahoya, ¿no es aún más emocionante?, veremos lo que pasa por la cabecita de ese bruto.
Cuidense mucho, los qro, mwek.

©dominick.

Bonus: las canciones puestas en cada capítulo, son las que escucho en ese momento mientras escribo.

¡Algodón! •|Rinnaho|•حيث تعيش القصص. اكتشف الآن