Jinx y Silco eran una pareja muy singular, una que algunos podrían considerar extraña y otros simplemente una forma diferente de amar. Desde el principio de su relación, establecieron límites claros y comunicaron sus necesidades y deseos de manera honesta y abierta. Descubrieron que les gustaba experimentar con el mundo de ABDL y Daddy Kink, donde Silco era el Daddy cariñoso y Jinx, la bebé amorosa.