El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. Pero, el amor hacia las personas equivocadas te convierte en nada. El amor que destruye, que impide, que prohíbe, no es amor. El amor que ahoga, que maltrata, que sumerge, no es amor. El amor que permite injusticias, que humilla, que reprime, no es amor. El amor puede llevarte como ángel al cielo, pero puedo desterrarte en la profunda oscuridad cuál traidor.