Lo único que Delora quería era desaparecer. Arrojada al Velo por un crimen que cometió, Delora fue desechada por el mundo. Aunque temía su inminente desaparición, la aceptó, ya que sería una forma mundana de escapar de sus problemas. No esperaba que despertaría de su caída mortal, ni que la persona que la salvó sería un Antropomorfo. Al principio desconfía de él, pero Delora empieza a darse cuenta de que es algo más que un monstruo sin rostro. Lo único que quería era un nombre. Tras descubrir que se puede tener a los humanos como compañeros, empieza a planear el día en que encuentre a su propia novia. Aún le falta humanidad y hay mucho que aprender primero. Una mañana, al salir de su cueva, un humano se estrella de repente contra él desde el cielo. Roto y dormido, se pone manos a la obra para curar a la mujer. No tarda en comprender que está herida de una forma que su magia no puede curar. Pero, ¿será capaz de ganarse su afecto, o llegará ella a odiarle mientras él se abre camino a trompicones aprendiendo sobre ella... y, lo que es más importante, sobre sí mismo?