Miraba con una sonrisa engreída la situación, lo tenía tal y como quería, lo doblegó tanto que con solo un chasquido podía hacer que se arrodillara ante el... Se convirtió en su Dios... Pero oh, espera el no es como los demás, el es especial, cuidado que los papeles se pueden voltear y tú te conviertas en la presa. Nunca creas que tienes todo bajo control, por qué no has conocido a una persona con problemas mentales serios...