Manuel ya había hecho las paces con el hecho de que iba a morir soltero. Después de todo, eso es lo que la sociedad le enseñaba a omegas como él: ya acabando su etapa fértil, con apariencia tan común que causaba lástima y sin ningún encanto llamativo. No le importaba, después de todo ya había planificado su vida para vivir perfectamente una solitaria y tranquila vejez. Sin embargo, una variante llegó a cambiar toda la ecuación: Martín, el compañero de carrera de su hermanita Tiare, catorce años menor que Manuel y portador de una sonrisa tan perfecta que capaz de robar el corazón de cualquiera.
3 parts