A Arabella Jhonson no le agradan los niños. No soporta los lloriqueos. Le salen fatal las canciones de cuna, detesta las caricaturas infantiles y también siente un odio inhumano hacia Artie Bennet. Claro que las cosas serían más sencillas para ella si el hermano mayor de la familia Bennet no le hiciera la vida de cuadritos cada vez que intenta hacer un buen trabajo y cuidar de los niños. Pero para Artie eso no esta en su lista de opciones y eso significa que ha elegido a la niñera como su principal víctima este verano. Arabella odia enojarse. Artie ama verla enojada. Probablemente no tienen nada en común, pero... dicen por ahí... que del odio al amor solo hay un paso, ¿cierto?