El matrimonio con Miguel O'Hara sonaba bastante prometedor, la idea de convertirse en una buena esposa y madre para Gabriella era la mejor experiencia que podría vivir. Al menos así debió ser, después de terribles dificultades y un divorcio complicado, las cosas parecían querer empeorar más, pero ver nuevamente al que fué el peor esposo arrodillarse y pedir otra oportunidad es bastante extraño, no parece ser el mismo Miguel. ¿Realmente debería volver a creer?