Jasmine estaba lista para ser una más de los niños que perecieron en el frío invierno. Estaba lista para morir. El problema inicia cuando no lo hace. Ahora se encuentra en el inframundo, con el corazón desbocado y la vida brillando en sus ojos. Nadie entiende porque no murió. Con la aparición de una profecía deberá partir junto al hijo de Hades y a la criatura de Thanatos. La misión: salvar la primavera. Suena ridículo, pero no se lo digas a Persefone, que se altera. Al final del día, son los espíritus quienes le susurran al oído "memento mori". Recuerda que morirás.