- Debes de entender, estuve casado, soy un omega abandonado... - Sentía su presencia tan cerca, su respiración se combinaba con la del muchacho. - No es algo que me afecte en lo más mínimo - - Pero tengo una hija - Sentir como sus manos comenzaban a tomarlo de la cintura lo ponía nervioso. - ¿Eso acaso importa? La adoro como si fuera mía... - - Te llevo 10 años... - Susurro sin querer apartarlo al colocar sus manos sobre el pecho del moreno. - Bueno, si Dios puso la manzana - Menciono cerca de sus labios - Fue para morderla... -