En las bulliciosas calles de Seúl, Hyunjin y Félix caminaban juntos, sus manos entrelazadas como una muestra de su amor inquebrantable. Pero esa noche, el amor se vio eclipsado por la traición y el peligro. Hyunjin, de ascendencia coreana, y Félix, australiano de nacimiento, eran una pareja improbable en el mundo de la mafia. Sin embargo, su lealtad mutua nunca fue cuestionada, hasta que Félix cometió el error fatal de traicionar a la organización. Las palabras ardientes llenaron el aire mientras la discusión se intensificaba. Hyunjin se aferraba a la esperanza de que Félix reconsiderara su traición, pero sus súplicas cayeron en oídos sordos. Finalmente, la tensión alcanzó su punto de ebullición cuando Hyunjin sacó un arma, su rostro marcado por la determinación despiadada. Hyunjin, con el corazón destrozado, sabía que debía actuar para proteger a la mafia que habían jurado defender juntos. Con lágrimas en los ojos y el alma llena de dolor, Félix desenfundó su arma, preparado para enfrentarse a su amado en un enfrentamiento que cambiaría sus vidas para siempre. En medio del caos y el conflicto interno, el amor se desvaneció, reemplazado por la crueldad y la necesidad de defender lo que una vez habían compartido.