«Puede ser difícil de creer, pero los dioses griegos existen. A veces tienen aventuras con mortales, de las que nacen hijos mitad mortales, mitad divinos, los semidioses... - ¿Como tú?», preguntó Michael. - No, Miguel... como nosotros. Tú también eres un semidiós. Uno de tus padres nació 1300 años antes de Cristo. Eres un hijo importante, uno de SUS hijos. - ¿Soy... ¿Soy un semidiós? ¿Pero quién eres tú? ¿Quién es mi padre divino? - Soy Lyzarra Louvelin y mi madre es Artemisa. Te lo explicaré todo por el camino. Tenemos que reunirnos con los demás en el campamento antes de que anochezca... - Espera... ¡¿Qué?! Los ojos de Miguel se abrieron de par en par. ¿Hay otros semidioses esperándonos? - Sí -respondió Lyzarra-. Vamos, Michael, nos queda un largo camino hasta llegar al campamento...». Michael es un adolescente corriente que vive tranquilamente en un orfanato, donde lleva una vida sencilla y sombría... hasta el día en que llega un monstruo salido de las entrañas de la tierra, directamente de la mitología griega, con un único pensamiento en mente: eliminar a Michael. Salvada in extremis por una heroína que resulta ser la hija de una diosa, Lyzarra revela a Michael la verdadera naturaleza de sus orígenes. Uno de sus padres es un simple mortal, pero el otro es un dios de inconmensurable poder. Desorientado, Michael es llevado a un campamento donde hay otras personas como él: semidioses. Pronto queda claro por qué está en el campamento: una amenaza se cierne sobre la Tierra y ni siquiera los dioses pueden hacerle frente solos, al menos no sin la ayuda de sus hijos. Michael, Lyzarra y otros doce adolescentes, hijos e hijas de los dioses del Olimpo, se embarcan en una búsqueda llena de peligros para evitar la aniquilación total de toda la vida en la Tierra.