JungKook era el idol perfecto. Educado, bueno con las fans y muy talentoso. Él seguía una larga agenda organizada por sus managers y su empresa, y gracias a esa agenda, él no pudo terminar la escuela secundaria. Eso pasó hasta cierto día en el que su manager dijo: “Debes volver a la escuela, JungKook”. Y eso hizo. Volvió y todo era como antes, solo que ahora debía agregarle las horas de escuela a su apretada agenda. JungKook era el idol perfecto, que seguía todas las reglas, practicaba día y noche sin descanso y no se quejaba. Él comenzó su entrenamiento como idol desde pequeño por lo que nunca vivió las cosas que un adolescente normal vive. Nunca se enamoró, nunca fue a fiestas. Nunca tuvo aventuras. JungKook nunca tuvo una vida de adolescente normal… Hasta que la conoció a ella.