-¡Mamá!- gritó Jessica, fuera de sí, corriendo al cuerpo sin vida de su madre-¡Mamá, por favor! Abre los ojos.- la niña de tan solo seis años intentó con sus propios dedos abrir los ojos de su madre. -Eso, cariño, es lo que le pasa a la gente como tu madre. Mentirosa, traicionera y asesina. No sigas sus pasos si no quieres terminar como ella, ¿Si?- Jessica se limitó a mirarlo a los ojos y llorar descontroladamente. -Eres malo, y pagarás. Te juro que pagarás. La policia te llevará a la carcel y te pudrirás ahí dentro por el resto de tu vida-el señor, lanzó una carcajada que hizo estremecer a la pequeña-. Juro que te quitaré lo que más amas, lo juro por mi madre. Te quedarás solo, es lo que los hombres malos como tú merecen. -¿Tú? ¿Cómo una niña como tú podría hacer daño alguno? Por favor. Simplemente escucha bien estas palabras-el hombre se le acercó y le susurró en el oído las palabras que ella nunca en su vida olvidó-.Volveré por tí en un par de años para que pagues las deudas de tu madre, y si no lo haces, tu papi pagará, todos tus amigos y familiares, la gente más cercana a tí pagará. Te haré sufrir como nadie, cariño. Te arrepentirás toda tu vida de haberme amenazado, y tu mami, allá arriba, se arrepentirá de no pagar las deudas.