Es triste, pero a la vez un sentimiento hermoso, cuando te das cuenta de ello. La sensación te avisa, pero el sentimiento cae de improviso, no te lo esperas, solo se asienta en tu pecho llenándote de emoción. Puede ser un simple gesto, un movimiento, una mirada... cualquier cosa, pero hace que te fijes en los detalles, hace que dejes de lado las generalidades con las que te alimentas y crees que quedas satisfecho, pero no, los detalles son los que te llenan. Y te das cuenta, en ese momento, que has estado viendo una cara que no podrías evocar, no podrías cerrar los ojos y recordarla bien porque no tienes los detalles. Te conformas con la superficie, lo que llama la atención, las características más prominentes. Pero llega ese momento, ese en el que te detienes y observas esa cara que has visto tanto, pero que no conoces porque ahora es cuando has visto los detalles, y te das cuenta de la profundidad de tus emociones. La quieres, la amas y estarías perdido sin ella, totalmente abandonado en medio de generalidades que te han llevado a perderte. Qué triste es darte cuenta de que no has amado lo suficiente, pero hermoso saber que amas.

-Liss Sánchez
  • JoinedOctober 27, 2016