DEUCETEEN-TWST

no puedo dormir .
          	matenme  \  jk

adrienloveskiran

♡̲⠀⠀٬ ᥲrʈꫀꭑꪱ︪︩۫s ᥣ'ᥲrᥲbꫀsqᥙᥱ﹐
          
          El preludio a la situación en la cual se veía envuelta en estos instantes fue un frágil tartamudeo el cual se deslizó sobre sus labios al ingresar a la biblioteca. Manos pálidas cual blanca porcelana se agitaban sobre el fuerte agarre en aquella antigua cámara que portaba, y sus ojitos cristalizados de la mano con cejas casi fruncidas le otorgaron una expresión que lo hacía parecer al borde del llanto.
          
          Y es que había dado ese paso necesario para expresar sus sentimientos hacia el pelirrojo; no obstante, esas importantísimas palabras se quedaron estancadas en su boca y en su lugar un tonto balbuceo abandonó su garganta.─ Yo... uhm... ah... no, espera...
          
          Jugaba con el borde de su suéter, indeciso y completamente perdido, envuelto en una vorágine de sentimientos en la cual solo atinó a derramar un par de lágrimas, sintiendo las colas de los felinos acariciar sus desnudas piernas al usar la oscura falda del uniforme femenino.
          
          Sentía la mirada del contrario sobre él. Pensaba que ya lo estaría juzgando, quizás, por su escasa habilidad del habla. "Quizás me odia, quizás no debería decirle nada." pensaba, arrepintiéndose de todo.
          
          ─ No, olvídalo, perdón... ─cabizbajo, se disculpó. Entre sollozos quitó sus lentes y limpió sus lágrimas con la manga de la cálida prenda que lo abrazaba.
          
          Tenía un profundo miedo, no solo al perder la amistad del muchacho que tanto le gusta, pero al que lo rechace, deteste y tal vez evite por el resto de su vida. No quería separarse de la única persona que le había mostrado una mínima esperanza en esta academia.

adrienloveskiran

♡̲⠀⠀٬ ᥲrʈꫀꭑꪱ︪︩۫s ᥣ'ᥲrᥲbꫀsqᥙᥱ﹐
            
            Su figura temblorosa apenas respondió tras ese frágil, cálido beso el cual causó que las mariposas en su estómago reanudaran su continuo revoloteo. Artemis no alcanzó a responder aquello, pero sus ojitos cristalizados, mofletes ruborizados y expresión sorprendida eran suficientes para notar que no le había desagradado.
            
            Escuchó lo que el contrario le decía con sus orejas ardiendo en vergüenza; enterarse de los supuestos planes del pelirrojo le generaba cierto alivio mezclado en pena dentro de su agitada mente.
            
            Y dudoso, aún así, hundió sus dedos entre las hebras del más alto luego de estremecerse ante la respiración de su amado en la sensible piel que conformaba su cuello. Había parado de llorar inconscientemente, distrayéndose con el inesperado desenlace de eventos frente a sus orbes.
            
            Pero lo que le seguiría a continuación sin duda le arrebató la facultad del habla por cortos segundos, y su débil corazoncito estaba a nada de explotar.─ Ah... uhm... ─emitió algunos balbuceos, carentes de sentido a la par que sus labios retomaban su característico tambaleo indeciso.─ S-sí... yo... uh.
            
            Esta vez fue él, quien tomó al otro de sus mejillas para depositar un rápido, melifluo besito sobre la comisura de sus labios, pronto desviando su nerviosa mirada a un punto neutro, jugando con sus manos de forma ansiosa.
            
            Quería tanto a este muchacho, que no tenía idea de cómo poner sus sentimientos en palabras. Quería tanto a Eiden, que en todo lo que lograba pensar en esos instantes era en lo lindo que ese sonrojo lucía en él. @aucater-twst
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raonmoment

con bastante preocupación miraba a su amigo o bueno ,, ex amigo con preocupación mientras le indicaba a sus mascotas que trajeran algunos de los dulces para que así así el joven pudiera comer algo antes de soltar la bomba .
            
            sostenía aun más fuerte entre sus brazos el cuerpo del pequeño chico a su lado para transmitirle calidez y protección . en el poco tiempo que llevaban juntos el contrario se volvió realmente importante para el de cabellos rojos . tanto como para que Eiden tenga dos cajas llenas de recuerdos o cartas dirigidas a el ( incluso sus mascotas llegaron a medio amenazarlo con llevarle esas cartas a artemis si eiden los bañaba ) .
            
            estaba a nada de abrir la boca para decirle al contrario que no era necesario hablar ahora pero al escuchar las últimas palabras un silencio se hizo presente y no un silencio tan incómodo . simplemente que el de cabellos rojos ahora tenía la cara completamente roja a más no poder .
            
            su cara roja mas la hermosa sonrisa que tenía en su rostro era realmente adorable a la vez que unas lágrimas de felicidad se escapaban de sus ojos antes de abrazar aun más fuerte al contrario para luego lentamente levantar el rostro ajeno para darle un corto pero dulce beso lleno de ternura . 
            
            ━̶̲━̶̲━̶̲━̶̲━̸̷̶̲━̸̷̶̲━̸̷̶̲ no puedo creer que me ganaste .  .  . la próxima semana yo me iba a confesar . pff ───── . una vez se separó enterró su cabeza en el cuello ajeno para hablar así evitando que su ahora pareja vea su rostro hirviendo . aún seguía con su sonrisa boba mientras soltaba unas lágrimas de felicidad antes de limpiar las lágrimas de tristeza del contrario . ━̶̲━̶̲━̶̲━̶̲━̸̷̶̲━̸̷̶̲━̸̷̶̲ gracias por permitirme estar en la parte más importante de tú corazón .  .  . ¿ eso significa que me permites ser tú pareja ? ───── . mirándolo dulcemente tomó la mano ajena para plantar un beso delicadamente en su muñeca como las típicas propuestas de matrimonio en las películas .
            @ADRIEN-TWST
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adrienloveskiran

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            Su figura envuelta en una cálida manta a la par que sus dedos apenas sobresalían de ella para corresponder, de alguna forma, el abrazo de su amigo, era un escenario en el cual jamás pensó verse. Negó un par de veces, mordisqueando su labio inferior a consecuencia del mar de nervios en el cual se ahogaba.
            
            Quería expresar con su propias palabras cuanto el más alto significaba para él, lo tanto que lo apreciaba y cómo hasta sus pequeñas muestras de afecto tenían impacto en su lineal, monótona vida.
            
            Artemis estaba conflictuado, entre el amor y avaricia. Tenía miedo de cómo lograría expresar lo que sentía sin meter la pata, sin causar que todo aquello que quería se desvaneciera cual nieve en pleno verano tras decir algo que no debería, solo porque deseaba que el muchacho lo mantuviera entre sus brazos y que jamás lo soltara.
            
            ─ E-Estoy bien... no. ─se negó ante la petición del pelirrojo para luego esconder sus pálidos, delicados dedos bajo la gruesa tela que yacía sobre él.─ Yo... quería... yo quería decirte, uh... algo importante. ─tragó en seco.
            
            Había ensayado esto un millón de veces, frente a un espejo, viendo hacia algún punto neutro o hasta en sus propios sueños; pero no tenía idea de cómo lidiar con su ansiedad al estar en la situación que tanto anhelaba en la vida real. Ahora mismo se sentía como una minúscula hormiga luchando contra una serpiente, miedoso por el cercano futuro.
            
            ─ Eiden ─pronunció firme, pero un tono dudoso aún adornaba su habla. Se tornó sumiso bajo aquella pared de nervios que le impedían seguir y se negó a alzar su mirada, fijando sus ocelos azulados en el sillón en donde reposaban─, yo... uhm. Tú... tú... me gustas. Me gustas mucho.
            
            Y aunque un gran peso fue retirado de sus hombros, el silencio que le siguió durante breves segundos fue la gota la cual colmó el vaso, haciendo que el de Ignihyde sollozara y perdiera la compostura una vez más.
            
            Quizás había perdido la amistad que tanto apreciaba, y era su culpa
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