«La esperanza barrió todos mis miedos y mis inquietudes. Ese hombre joven, guapo y cariñoso me quería por encima de todo, me quería aun después de haber oído mi historia y conocer mi situación. Me quería tanto, que estaba dispuesto a abandonar las cosas que más deseaba sólo para complacerme.
Nunca había visto semejante falta de egoísmo. ¿Por qué no había tenido mi padre una chispa del amor que Luke tenía por mí, por qué no habría sido capaz de sacrificar algunos de sus intereses profesionales para ayudarme y protegerme? ¿Por qué no se habría preocupado mi madre un poco más de mí que de ella misma? Mis padres proclamaban que me querían, pero no me querían tanto como Luke. Su amor era más honesto y sincero, porque estaba dispuesto a sacrificarse por mí.
Y luego pensé que el amor no sólo significaba sacrificio, sino la voluntad de sacrificarse, el placer de dar al ser amado más de lo que uno se reserva para sí mismo. Era una suerte haber encontrado a una persona que supiera amar de ese modo».