Estaba de espalda, pero se me hacía sumamente familiar. Después de todo, sabía que había soñado con el muchas veces, más de las que podría contar con los dedos de la mano. Se giró para mirarme con esos intensos ojos dorados con una pupila rojiza como el sol poniente, cabello rubio con las puntas rojizas, con una tez tan clara que me recordaba a la crema. Nuestros ojos se enfrentaron por varios segundos mientras nos analizábamos el uno al otro. El kimono negro que llevaba puesto, delataba a mi futuro esposo como el hombre misterioso de mis sueños.
Y con la sonrisa más brillante que nunca había vitos, grito inflando el pecho su nombre en alto. – ¡Mi nombre es Kyojuro Rengoku! ¡Es un placer conocerte futura esposa! -
Proximamaete: Los sueños de la esposa del Pilar de la Flama (Kyojuro Rengoku x tu)