Toda mi vida sobrellevé el arrepentimiento. Creí conocerlo, pero estaba equivocada.
Yo realmente conocí el arrepentimiento, como un balde de agua fría, un golpe de la realidad.
Nunca deseé tanto controlar tiempo como ahora.
Pero es imposible.
Y aceptarlo, lamentablemente no hace que la carga se minimice.