/esbozó una sonrisa al reparar en la ajena: se deleitó con la forma que tomaba esta en sus labios, y se relamió los propios. un sonido similar a un ronroneo comenzó a hacerse presente, por lo bajo, en su garganta; frotó su mejilla contra la palma impropia. tonterías... debes de estar viendo los tuyos reflejados en los míos. creo que me hiciste una pregunta la última vez ¿cierto? soy un kumiho, así que sí, se puede decir que soy una especie de bestia. tú no pareces corriente tampoco, kalim. /dejó reposar su rostro entre sus manos. estoy bien, tu tacto es cálido.