¿son agradables también para ti, lindo? me parecen increíblemente dulces... como si mi paladar se impregnara de azúcar mordaz: después de todo, eres lo único que tengo. así que sigue con esas ridículas orejas diminutas... que tierno, me pregunto si va a poder jugar junto al secreto de dios como es debido. mmmm... ¿por qué? ya te tengo a ti, kyr, no creo que me haga falta ninguna otra mascota más: tú apaciguarás mi hambre... ¿verdad? después de todo, soy tu tan preciado amo. ah, en sodoma todos caían rendidos a mis pies... los varones humanos me trataban como si fuera el mismísimo padre celestial ¡y acostarme con ellos era grandioso! echo de menos divertirme...