˗ˏˋ୨ Alfred ୧ˎˊ˗ ────Es comprensible, no todos estamos acostumbrados a éste tipo de lugares. /asiente compadeciendose del pobre hombre al que su amigo había arrastrado esa noche, pero a palabras del prefecto: Debían de “aligerarle el trabajo, hacer que se desestresara”, aunque dudaba que eso fuera a resultar, pues la personalidad del cocinero era por mucho, más serena que la de ellos, y a decir verdad se sentía culpable por casi que obligarle a asistir, muy a diferencia del castaño a su lado que parecía disfrutar de la salida.
˗ˏˋ୨ Alessandro ୧ˎˊ˗ ────Maldición.. /susurrante voz exclama una vez la dama acorta la distancia, y tal y como lo había previsto que pasaría, un pequeño picor caluroso se extiende en la piel que había sido golpeada con la palma. A pesar de la acción tan osada, permanece unos segundos con la cara volteada, pudiendo ver al par de varones con los ojos saltones al presenciar aquel acto. Menos mal no llamaron la atención de varios ojos curiosos, pero eso no quitaba la pequeña molestia que le invadía, aunque él era el único responsable de que la dama hubiera reaccionado de aquella manera. ¿Yo? ¿Haberle quitado sus horas de castigo? No lo recuerdo. /al por fin encarar a la secretaria, sin siquiera tocarse el rostro que poco a poco empezaba a adquirir un tono bermellón por la bofetada, se lleva las manos al pecho, cínico al no aceptar que él había hecho aquello, dudoso. ¡Por mi padre, señorita Blair! Son las diez de la noche ¿No debería estar descansando ya? /se pone de pie en el afán de poder hacerle retroceder, aunque lejos de asegurar que la fémina retrocedería, atina a prestar atención al ligero brillo colérico que lo acuchilla. Toma una decisión, girándose a ver a los presentes. Surgió un pequeño «problema», Alfred, Roy, tendrán que seguir sin mi.