l'fagiolo

Mis ojos sanguíneos se posaron en vos mientras mis manos recorrían tu cintura de cristal como si de una copa con caro vino se tratase. Me relamí los labios, goteando mis colmillos, suspiré contra tu piel azucarada arrinconandote en mí interior. Nuestros besos te asfixiaron y sin perdón mí lengua saboreó la próxima mordida, mientras mi mirada hambrienta se burlaba y tus manos danzaban buscando la libertad, los afilados dientes venenosos empezaron a repasar cómo era morder. Cómo era arrancar. Cómo era absorber el deseo de alguien, el sazón que podía ser alimentarse de la lujuria. Perforandote la piel con caricias, filosas, reventando tus venas.
          Me miraste apagada, como un último suplico, yo no podía soltar tu cuerpo, mí presa, absorbiendo tu sangre sonreí en éxtasis. Absorbiendo tu alma, absorbiendo tu nombre, Dios dirá que fue una lección.

Estas apagandome y a la vez enseñándome a brillar

Te entrego esto y más de mí ser, parte de mí alma, esperando que demuestres todo lo que guarda la tuya. No soy consciente de lo que estoy haciendo, delos pasos que doy, para mí no es coherente no tener una razón. Mí realidad es amor, que tu neblina densa escapa de tu existencia y se camufla con mí respiración. Tu vapor es un químico que me altera, culpa de esto no sé si la realidad que según contas es como la mía, realmente me comprende como yo no lo hago. Tal vez solo soy tu pasatiempo, y tal vez, esto no me importa. Tal vez me entrego sabiendo que soy tu pasatiempo, y acepto que tus esporas no son las culpables de mi vulnerabilidad.

Tu amor catastrófico acomoda mis ideas.

Tus ojos me miraron como si fuera su más preciada perla rescatada. Había tanto amor en ellos, estaban llenos de emociones dulces (hasta empalagosas) que arrebataban una y mil sonrisas de la mía. Mí corazón pegó un vuelco hacia afuera de mí ser, se unió con el tuyo, y ninguno de los dos se quejó de ello. Pero según tus palabras, todas estas situaciones no son más que un alusión. Según tus querencias, ese deseo no està allí, hablas desde tus hubiese y no sabes formular el hay.  Usas las herramientas que tenés a mano para sobrevivir, no para encontrar algo en mí. Pero brillamos tanto al encontrarnos que no sé si vale la pena realmente lo que estás haciendo. 

Hay tantas personas con las que me encantaría tan solo intercambiar un par de horas tomando té y escuchando sus opiniones sobre absolutamente cualquier cosa, sus formas de pensar. Conocerlos a lo profundo, conocer sus almas, no hacer más que eso. Conocerlos.

Estoy muriéndome de sed
          Y es tu propia piel
          La que me hace sentir este infierno

Quiero ser y hacer tanto, llenarme de conocimiento sin ser capaz de desperdiciar mí espacio, quiero parece y hablar sobre mucho, ser seria y cómica, ser inteligente y lógica; pero las tentaciones son más que mis motivos, los gustos y pasatiempos momentáneos son más que las palabras que conozco, las razones de no ser son más que mis razones de vivir. Quiero vivir tanto pero los gritos que me incitan a no hacerlo son tan confusos, las alarmas para despertar son cada día más cantidad, la alerta metal cada día es menos. Es difícil esto, y no puedo ayudarme, me pasa algo, me interfiere algo, no encuentro el motivo para parar. Pero tampoco para seguir. Ya sé cómo son las cosas, soy incapaz de ejercerlo. Soy incapaz de vivir algo mínimo que yo misma decidí. ¿Cómo podría hacer lo que los demás piden si ni conmigo misma soy lo suficientemente responsable, disciplinada? Espero una respuesta, que no sea que solo es mí culpa. O alguien que no piense sobre mí lo mismo que yo digo. O lograr lo que quiero. Pero no puedo. Soy demasiado esperanzada como para seguir.

You're filling up my senses with empty calories

El tiempo se está tiñendo de gris con baldazos de agua fría, y tu presencia no distingue a ese tono que tu misma aparición desató, y mí duda cada vez se distorsiona más, se acerca a tu voz, me advierte parar. Todo está tan oscuro y vos sos mas sombrío que esa oscuridad que me hace querer quererte, la única diferencia opaca que veo. El momento se escapa entre mis dedos y recorre mí piel seca, me susurra "nada está bien".
          ¿Nada está bien? ¿O vos no estás bien? 
          Es lo que no entiendo ni voy a entender, el si te quiero o como dije, quiero querer. O si quiero no quererte. Que si querré algo de vos. Me desacomodaste la vida y me gusta tanto eso. Si te combino con la rutina se que me ha de gustar más. Quiero que dejes de asechar, escondiendote entre las hojas, mí alma que tu nombre grita, por ahora, tan solo por ahora.