Me duele mucho respirar, incluso creo que ya es difícil hablar, ¿Por qué no es difícil llorar?, lo admito, quizá me merezco todo lo malo que me pasa, Dios, ¿Es por qué soy gay? Jaja, me encanta decir eso.
Hoy tampoco pude comer, me duele mucho cada que me levantan las enfermeras para ponerme la intravenosa, parece como si me drogaran, tengo todo el brazo lleno de piquetes, ¿Por qué nunca le atinan? Jaja, me voy a morir pronto, estoy seguro.
Siempre intenté morir, ¿Por qué ahora es que tengo miedo?, que miedo hacerlo y que se burlen de mi como antes, que Mateo no sepa que estoy muerto y trate de hablarme, aunque bueno, no creo que le afecte mucho, no hablamos a menudo.
Es de noche, me la pasé dormido todo el día. Juro que si estoy comiendo bien, lo estoy intentando, quiero salir de aquí, tomar un vuelo a argentina y ver a mi chico, ¿Por qué es tan difícil?.
Se me están juntando las tareas, pero apenas escribo una hoja, mi mano tiembla, tanto por escribir y mis manos delgadas ya no soportan nada, ridículas.
Siento mucho frío, aunque me dicen que estamos pasando los cuarenta y cinco grados, mentirosos, los odio a todos.
Ayer por fin papá contesto, ¿De que sirvió? Solo me culpo de todo, perdóname papá, se que nunca fui un buen hijo, en serio intenté dar lo mejor, como tú quería.
Papá me llamo hoy por su cuenta, estoy feliz aunque en ese momento me haya hecho llorar y sentir como la misma mierda, al menos no le rogué.
Ayer morí por diez minutos, pero curiosamente sentí mucha paz, debo admitir que ahora sí estoy ansioso porque suceda. Por primera vez en mucho tiempo, mi mamá me abrazó y me dijo que me amaba, ¿Tengo que morir para que ella me ame?.
Soñe contigo Mateo, se sintió como una pesadilla más que como un dulce sueño, me decías que me amabas y me besaste, luego me dejaste como ahora.
