Especial de 100 Historias: La Guerra de los Glitches

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El vacío entre universos, la delgada línea entre la realidad y los sueños. Un lugar completamente vacante de cualquier cosa al cual pocos podían acceder, mucho menos vivir allí. Si alguien llegase hasta su oscuro vacío y permaneciera allí por un período de tiempo extendido, sin duda sería llevado hasta la locura a causa de la soledad.

Qué bueno, entonces, que el concepto de locura no se le aplicaba a MissingNo. Él era algo que existía fuera del reino de los vivos, la personificación caótica del remanente de una línea temporal muerta, una que se alimentaba de la miseria y sufrimiento de otros. Para él, el vacío entre universos era el lugar al cual llamaba hogar, un lugar al cual volver entre sus viajes por el mundo y las líneas temporales que lo rodeaban, y ocasionalmente al arrastrar a otra gente allí para su diversión. Y allí era donde se encontraba, observando a través de varias grietas que le mostraban eventos de su realidad preferida, a mucha distancia unos entre otros en el espacio y tiempo.

Asumiendo su segunda forma favorita, la de un ave de presa "Tipo Pájaro" con plumas de color morado para mantenerse cómodo, MissingNo bostezó visiblemente. No era que necesitara hacerlo, en realidad, pero de cara a los últimos eventos, necesitaba una manera de demostrarlo. Para un ser que no estaba atado al tiempo de manera lineal y que podía experimentar todo el pasado, presente y futuro a su propio ritmo, siempre era un tiro de dado saber si encontraría eventos interesantes o simplemente se moriría de aburrimiento.

Había pasado ya mucho desde la última vez que pasaba algo interesante en el mundo debajo de él: en su mayor parte, se sentía como que el crecimiento de dicho mundo avanzaba a gatas, ralentizándose, y rara vez pasaba algo intrigante, al punto que su objeto favorito, Ash Ketchum, se encontraba constantemente atrapado en una tediosa resolución romántica que se resolvería fácilmente con solo hablar. Todo el universo estaba en un punto muerto, volviéndose enfermizamente idealista con cada pequeño desarrollo, y eso él realmente lo detestaba. ¿Dónde estaba la tragedia? ¿Dónde estaba el caos, la espiral impredecible y lenta que haría que todo se saliera de control?

Esa situación no se podía quedar así. Algo tenía que hacerse para poner al mundo de vuelta en el curso correcto.

Poco sabía MissingNo que él no era el único que tenía esa idea en mente.

- Qué inútil.

El tono agudo y tajante de una voz desconocida sacó a MissingNo de su estado de fuga, lo que le permitió escuchar un woosh volando hacia él. Se dio la vuelta y se agachó en shock mientras una criatura que se parecía a un Bulbasaur pixeleado le pasó por encima, explotando tras haber fallado en conectar. El pájaro frunció el cejo, tratando de darle sentido a la inusual ocurrencia.

- ¿Quién está...? – La respuesta de MissingNo no necesitó pregunta al finalmente notar al invitado no deseado frente a él, frunciendo el cejo. Su rostro, constitución y apariencia joven le recordaban a una forma que ocasionalmente utilizaba, pero sus colores en escala de grises y los pixeles que parpadeaban a su alrededor delataban sus orígenes sobrenaturales.

- ¿Ash Ketchum...? – preguntó el glitch a pesar de todo, antes de sacudir la cabeza. Colocó un ala sobre su pico, entrecerrando la mirada. – No... te ves diferente. Más caótico. Más...

- Como tú. – La voz de la criatura no titubeaba ni un poco; no era carente de emociones, pero difícilmente sería agradable. Y junto con el Bulbasaur explosivo de antes, eso no le daba la mejor de las introducciones al pájaro glitcheado.

MissingNo mantuvo firmemente su posición, listo para soltar sus poderes. – ¿Qué eres tú?

- Puedes llamarme ZZAZZ. – El "chico" extendió sus brazos, que parpadearon con estática antes de volver a reformarse en su lugar. – Un error en el sistema, algo que nunca debió haber existido.

Pokémon Reset Bloodlines - Especial de 100 historias: La Guerra de los GlitchesWhere stories live. Discover now