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ㅡTae, cariño, ¿puedes venir?ㅡ Llamo una hermosa hada de cabello castaño, el cual era decorado por pequeños detalles de oro.

ㅡ¿En qué puedo ayudarla?ㅡ Pregunto el chico de cabello rubios con una hermosa sonrisa, la cual contagió a la hada mayor.

ㅡ¿Hoy visitaras a aurora?ㅡ Pregunto mientras arreglaba el cabello de su hermoso hijo. El pequeño chico asintió emocionado mientras daba pequeño saltos provocando que un poco de polvillo brillante saliera de sus lindas alas.

ㅡ¡Sip! quedé con los animalitos del bosque en jugar un ratito, pensaba en regalarles algunas decoraciones para sus lindos pelajes.

ㅡOh, ¿Cómo los que me hiciste a mi?ㅡ Pregunto su madre. Tae asintió eufórico, feliz por ver cómo su madre lucia los hermoso adornos hechos por el mismo.

ㅡIre ahora, me están esperando...además, el sol ya está en su punto máximo.ㅡ Informó.ㅡ ¡Es el mejor momento para ir a jugar con los conejitos!

ㅡEsta bien cariño, recuerda no regresar tan tarde y no acercarte mucho a los finales del bosque, ¿Está bien?ㅡ El de rizos asintió.ㅡ Ven con cuidado, mi hermosa flor.ㅡ Se despidió con cariño mientras besaba la frente de su hijo.

ㅡ¡Nos vemos mami!

La linda hada salió volando de aquel hermoso Palacio y, con una sonrisa, saludaba a todos los habitantes de aquel reino.

TaeHyung era un príncipe hada. El día de su nacimiento, el Reino quedo asombrado por la belleza que este hermoso niño poseía.

Todos le llevaron hermosos presentes, los Reyes estaban encantados por como sus maravillosos habitantes se comportaban con el nacimiento de su  hijo menor, ya que eran tres, SeokJin, y Jisoo, siendo mellizos.

TaeHyung era alguien admirado; tenía rasgos delicados, casi rozando lo femenino. Su cuerpo era pequeño y delicado, su piel era clara pero un poco tostada. Sus mejillas eran rosas y sus labios siempre iban de un color rojo.

Giselle era una maravilla. Eso decían los habitantes del Reino.

Además de que no sólo su físico era precioso, siempre fue caracterizado por ser realmente amable, cariñoso y muy curioso. Era imposible no sentirte feliz al tenerlo al lado, era como si pudiera transferir su vibra positiva hacia ti.

Ubicándonos de nuevo en la actualidad, nuestro lindo principe volaba de una manera tranquila por el bosque. Al llegar a un pequeño arbusto de fresa, cerró sus ojos y suspiro.

Sus pies tocaron el pastoso suelo mientras que un gran brillo salia de su cuerpo, soltó una risita divertida al sentir como su cuerpo se estiraba. La verdad era que, aquella transformación le daba cosquillas.

Al abrir sus ojos, se vio en su forma "humana", porque si, TaeHyung había nacido con el don de poder transformarse en humano cuando quisiera. Sin embargo, el decidía si ocultar sus magníficas y delicadas alas.

Los animalitos se asomaron desde árboles y arbustos, Kim mostró una sonrisa y camino delicadamente hacia la orilla del lago.

Los animales se acercaron a el, desde pequeños conejitos de color caramelo hasta lindos ciervos con ojos grandes y brillantes. Se aproximaron lentamente hacia el chico que mantenía sus ojos cerrados, mientras sentía como su piel cosquilleaba por los rayos de sol que se escapaban por entre los árboles y su mano acariciaba gua cristalina del lago.

Un conejito froto su cabecita en el costado del hada, el cual dirigió toda su atención a su alrededor, haciendo imposible el hecho de no sonreír al ver a sus amigos.

ㅡOw, ¿qué tal, linda nubecita?ㅡ Dijo con un tono meloso mientras ponía al conejito blanco encima de sus piernas.ㅡ Todos ustedes debieron venir de no muy lejos, ¿Cierto?

Los animales hicieron una leve reverencia ante el principe, ya que todo el bosque reconocía a su cuidador y majestad.

Luego de aquello, se acercaron a el y se sentaron al rededor del príncipe mientras escuchaban el dulce canto de su cuidador.

ㅡHoy les he traído algo.ㅡ Aviso, todos los animales lo miraron un poco curiosos, a excepción del lindo conejito quien se removió ansioso, recibiendo una risita del joven.ㅡ Anoche mientras estaba admirando la luna, les hice algunos adornitos de oro.

En el bosque se presenció una leve brisa y como algunos sonidos suaves se hacían presentes, pudiera decirse que eran como una ligera melodía que provenía de una flauta, el bosque demostraba que estaba feliz y cómodo con la presencia tranquila de su hada.

ㅡMhm...creo que empezaremos por ti.ㅡ Sonriente, acaricio el suave pelaje del conejito en sus piernas.ㅡ Podríamos hacerte algunas onditas e incrustar los arreglitos en el, ¿te parece?

El conejito, feliz por lo que había dicho el principe, acaricio con su gordita mejilla la mano del hada, recibiendo otra risita encantadora de parte de él.

Todos los animales rodeaban al príncipe mientras este les daba los regalos que les había preparado, así eran algunos días. Otros, simplemente iba a darle mimos a las criaturas o disfrutar del silencio tranquilizador que había en el bosque.

Aunque, el joven hada aveces se sentía algo...sólo. Veía que todos a su alrededor eran amados, sus padres, sus hermanos, las parejas que vivían en su Reino, hasta la linda pareja de conejitos que aveces iban a verlo.

El estaba rodeado de amor, pero...¿por qué no podía experimentarlo el mismo?

Aurora ✧ kookv (En edición)Where stories live. Discover now