Capítulo Dos.

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Capítulo Dos.
¦Ayuda¦.


PARA REGINA Y STEVE AUNQUE NO LO DIERAN A DEMOSTRAR TODAVÍA SÉ QUERIAN. Steve deseaba volver a amanecer junto a su Regina, volver a hacerla suya, saborear su piel, su tatuajes, la textura de su piel, decile a todos que era suya nada más. Lo mismo pasaba por la cabeza de Regina, los más cercanos se daban cuenta de que algo pasaba por su tormentosas mentes.

A Regina le habían dado la orden de quedarse, enviarían a otro buque en su lugar, recogerian sus municiones y demás. Ella tenía que quedarse hasta que toda la investigación terminará. Se quedaría en la casa de verano de su familia, ya lo habían hablado, su mamá estaba emocionada de que volviera a ver al comandante.

Por otro lado el five-0 seguía todas las pistas que encontraban. La cabeza de Steve era un caos, desde Catherine no sentía su corazón latir tan apresurado —mejor dicho desde la primera vez que vio a Regina—. Estaba hecho un lio, no sabía que hacer o que sentir.

Una de las pistas encontradas los llevó hacia uno de los marineros. Se decidió ir a la base, lo harían todo sin que se diera cuenta.

Regina estaba entrenando, junto a los demás. El campo de entrenamiento tenía lo mejor. Usaba un chandal negro ancho, un sostén deportivo, una remera holgada hasta el ombligo y sus deportivas negras. El instructor decidió practicar con los nuevos.

Regina espero que él eligiera a su contrincante, iba hacer divertido ya que algunos son unos machistas de primera. El elegido fue un chico pelinegro y corto, tenía músculos pero en exceso, era alguien alto entre unos 1,80 o 1,90.

Por otro lado el five-0 iba entrando a las instalaciones de la base, fueron guiados a los campos de entrenamiento. Hay Steve encontró a Regina luchando cuerpo a cuerpo con un chico que la doblaba en estatura, pero no en experiencia. Ella ganaba por esta, más no se salvaba de los golpes aunque que sería un combate sin estos le quitaba la diversión según ella.

A los chicos parecía que les daría algo ahí mismo. Al final ganó la castaña aplicando la guillotina con sus piernas

El instructor estaba orgulloso de ella, fue una de sus cadetes en los R.A.N.G.E.R, era como ver una pantera, era magnífico. Esto le trajo unos recuerdos maravillosos a Steve. El instructor a no ver a contrincantes lo suficientemente buenos iba a dar por terminado el entrenamiento hasta que divisó a Steve. Sabiendo que este fue un muchacho de Joe White, sabía lo preparado que estaba él.

—Comandante Mcgarrett, nos podría brindar una demostración de un buen trabajo, su compañera será la Comandante Bonatti. — él sabía lo que hacía, la tensión que tenían entre ellos.

— Serían un gusto, señor — habló la comandante con una sonrisa y una mirada desafiante.

Steve no sabía que hacer aceptar o rechazar. Era difícil y más si tenía a su Regina enfrente.

—Aceptó, señor.

—Bien, empecemos. Sabandijas miren un buen trabajo, espero que lo capten para el próximo.— todos a sintieron, ese señor intimidaba.

Ellos juntos era como ver dos panteras pelear como su presa. Eran feroces, ágiles, magníficos, magestuosos, en sí.

Volvió a ganar la chica, terminando sentada a horcajadas encima de él, sus respiraciónes era agitadas veloces, iban a la misma velocidad de sus corazones.

— Terminó el entrenamiento. Es todo por hoy. Gracias comandantes por su demostración.

Esa demostración en ellos, hizo una revolución el volver a sentirse. El tenerla arriba de él, pero que como el quería fue una completa tortura.

𝚂𝚎𝚛𝚎𝚗𝚍𝚒𝚙𝚒𝚝𝚢| 𝚂𝚝𝚎𝚟𝚎 𝙼𝚌𝚐𝚊𝚛𝚛𝚎𝚝𝚝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora