020413

35 4 2
                                    

Sully

"-Eres una inútil, no sirves para nada".
"-Los otros niños son tan inteligentes y obedientes, ¡Tú eres una maldita mocosa respondona y estúpida! ¡No sé qué hice para merecer esto!"

Y este es otro día más en este asqueroso mundo, donde todo y todos son un estorbo menos los que lo dicen, wow.

Ahora estoy de vacaciones y si antes era un estorbo pues ahora soy un triple-estorbo.

—Hola niños, ¿Qué hacen? - Saludé mientras me acercaba a un grupo de niños reunidos cerca de un árbol, haciendo quién sabe que

— ¡Hola, Sully!, vamos a jugar al escondite así que estamos haciendo piedra, papel o tijera para ver quién es el que va a contar... ¿Quieres jugar? —Dijo Thomás, uno de los niños que estaban haciendo fila para jugar piedra, papel o tijera

—Bueno, igual no tengo nada que hacer - Dije mientras me colocaba al lado del árbol - Venga, yo cuento

Los niños al escuchar eso, sonrieron felices y se quedaron quietos esperando a que yo comenzará a contar para esconderse.

—Ya voy a contar...1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16... ¡Esperen!, No me dijeron hasta donde contar...— Dije preocupada, pero al voltear me di cuenta de que ya todos se habían ido a esconderse, así que no me quedó más remedio que seguir contando hasta veinte - Bien...17, 18, 19, ¡20!, ¡Ya voy a ir a buscarlos!

Comencé buscando detrás del árbol, siempre había uno que otro que se colocaba atrás para que apenas terminara de contar enseguida tocar donde yo estaba y ganar, pero me sorprendí bastante al ver esa parte vacía, bueno, tal vez y esta vez iban a jugar en serio.

—Tal vez estén cerca del pozo— Me dije a misma mientras caminaba tranquilamente hacia el pozo, estaba algo lejos

Luego de caminar un poco vi una figura en el pozo, pero cuando me vió salió huyendo

—Ja, te encontré, te encontré~ - Dije triunfante mientras corría en la dirección de la figura, se dirigía hacia un callejón

Comencé a correr y correr hasta que sin darme cuenta lo perdí de vista, me detuve por un minuto, estaba cansada.

—¡Este sí que corre!, Apenas y parpadeo y ¡pus!, se desapareció - dije mientras miraba a los lados para ver si veía algo sospechoso, el callejón tenía varias salidas, sería difícil encontrarlo así que opte por dejarlo y regresarme —Bueno... creo que me daré por venci— No puede terminar de hablar cuando vi a Thomas escondiéndose detrás del árbol que estaba antes del callejón, estaba tan concentrada en correr que no lo vi, me acerqué suavemente y sin hacer ruido hacia el árbol, Thomas no tenía ni la menor idea de que yo estaba ahí

— ¡AHHH! AYUD— gritó Thomas asustado por mi repentina presencia, le tapé la boca antes de que formará un escándalo.

—Te encontré Thomas - Dije toda triunfante, soy una profesional en esto de buscar gente, ¿verdad?

— ¡Yo no quiero contar!, si me dejas te digo dónde están los demás - Propuso Thomas triste pero bien traicionero, estaba modo Judas pensé

—Noo re soplón saliste, para que enemigos con estos amigos, pero bueno, bueno, acepto el trato pero ahora vamos antes que todos nos ganen - Dije riéndome y comenzando a caminar

Estaba charlando con Thomas sobre si las iguanas volaban o no mientras nos acercábamos al árbol, cuando de pronto vienen un montón de niños corriendo y...

— ¡Ganamos! - Dijeron los niños llenos de júbilo como si se tratara del grito de independencia de un país

—Bueno, al final parece que Thomas va a contar - Dije mirando a Thomas el cual estaba todo enojado - Aunque esperen... si todos están aquí... ¿Quién era el del pozo?

— ¿Pozo?, Nadie fue al pozo. María, José, Ariel, Alex y los demás menos Thomas estábamos era cerca de la plaza - Respondió Martín mientras señalaba a los demás niños

—Ah... que raro —Dije algo dudosa, estoy segurísima de que había alguien en el pozo - Bueno, que importa, sigamos jugando... ¡Thomas, tú cuentas!

Thomas se volteó y comenzó a contar sin antes hacer un berrinche que nadie atendió, yo salí corriendo hacia el lugar más cercano porque estaba cansada, me acerqué al pozo para esconderme ahí, pero, cuando miré cerca del pozo había en el suelo una... ¿Flauta gris? Se veía algo cara, que raro.

— ¿Qué tan pendejo hay que ser como para dejar una flauta que parece bastante cara en el suelo? Si fuera mía hasta me la pegaría en el pecho para que nunca se me caiga o se pierda —Dije mientras me agachaba y recogía cuidadosamente la flauta - Pero se jodió porque ahora es mía, bueno, si no viene su dueño a reclamarla..., igual y solo la voy a cuidar...

𝓔𝓵 𝓕𝓵𝓪𝓾𝓽𝓲𝓼𝓽𝓪Where stories live. Discover now