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El sonido de las yemas de los dedos de Taehyung frotándose contra su pantalón de jean era perceptible en aquél momento. Se encontraban en un silencio, lejos de ser incómodo, agotador. Era un silencio que, irónicamente, transmitía muchas emociones. Jungkook por un lado; se encontraba apenado, avergonzado de sí mismo y de lo qué hizo, pero a pesar de todo lo malo también se sentía en paz. En paz porque por primera vez había logrado estar lejos de Mark por mucho más tiempo del que recuerda, y porque tal vez nunca lo vería otra vez en lo que restaba de su vida.

Taehyung, por otro lado; se sentía culpable. Era inevitable no hacerlo, él lo había tratado como una basura el último día que habían estado juntos. No le dio tiempo de explicarse, quizás lo hubiera podido ayudar en ese momento. Pero su molestia pudo más que todo lo demás y se dejó llevar, fue malo con él sin saber las razones y ahora se sentía realmente demasiado culpable por todo aquello.

—Realmente lo siento, Jungkook...—Se disculpó, sus ojos reflejaban un verdadero sentimiento que Jungkook no sabría cómo explicar, suponía que se trataba de empatía.—Lo lamento, enserio, si lo hubiera sabido no te hubiera tratado así, sé que fui malo contigo y-

—Eso no importa ya.—Le cortó. Sonrió, tratando de tranquilizar al mayor pero aunque aquél gesto le había transmitido un cálido sentimiento en el pecho no había logrado calmar de todo su sentimiento de culpa. 

—Debemos ir con la policía.—Anunció. 

Jungkook arrugó su entrecejo, con cierto sentimiento de preocupación invadiendo su pecho. ¿Sería lo correcto? ¿Eso lo pondría a salvo? Tantas incógnitas que se sentía incapaz de resolver. Tenía miedo y dudas que no podía soltar y eso lo estaba haciendo sentir presionado de alguna manera.

—Yo creo...—Comenzó Jungkook, algo inseguro de lo que diría, tratando de poner todos sus sentimientos en orden.—Sería algo bueno, pero aún no me siento listo para hacerlo.—Observó a Taehyung, quién lo miraba incrédulo.

—¿No estás listo?—Cuestionó. Jungkook asintió, sacándole un suspiro de cansancio. 

Se mentalizo a sí mismo que no tenía que presionar a Jungkook a no hacer nada que él no quisiera, pero estaban hablando de una persona mala, que lo tuvo bajo su disposición y abusaba de él desde que era un adolescente de catorce año. Estaría enfrentando a muchos cargos y estaba seguro de que se pudriría en la cárcel.

—Bueno.—Taehyung prosiguió.—Si no estás listo no te presionaré a hacerlo aún, pero tienes que tener en cuenta que cuánto más rápido lo hagas podrás evitar que más niños sean comprados por él y parar algo tan grave como eso.—Habló con el semblante fijo en Jungkook, se notaba la preocupación que sentía por el bienestar del menor en sus ojos. 

—...Lo agradezco.—Jungkook se abalanzó contra los brazos de Taehyung en un sorpresivo abrazo.

—Está bien, nene. Realmente no tienes nada que agradecer...—Correspondió el abrazo del menor, acercándolo más a su cuerpo y plantó un beso en su cabeza.—Yo debería agradecerte a ti...ya sabes, porque te traté mal y te portas como si nada conmigo...

Jungkook suspiró y se alejó unos centímetros del mayor, quedando cara a cara. Sonrió, mostrando sus dientes que le otorgaban semejanza a un lindo conejito y besó suavemente la punta de la nariz del mayor.

—Te dije que no te preocuparás por eso. 

Taehyung presionó sus labios, formando una línea con estos (una manía que ya había adquirido), y se alejó del cuerpo del azabache. Suspiró observando la gran carpa y las demás pertenencias de Jungkook dispersas por el suelo y se recordó a sí mismo la razón por la cuál se encontraba allí: Jimin. 

—Estoy aquí por algo en especifico.

Jungkook arqueó una de sus cejas.

—¿Ah, sí? ¿Por qué?

—Hay una persona que quiere verte.—Notó inmediatamente como Jungkook comenzaba a mordisquear sus labios, quizás por los nervios. 

—¿Una persona? ¿A mí? 

—Sí, creo que debería llamarla para que venga.—Los ojos de Jungkook se llenaron de preocupación, algo que fue muy obvio para Taehyung así que se sintió en la obligación de tranquilizarlo. Se acercó a él y tocó su hombro, acariciándolo un poco.—No te preocupes, no te quiere hacer daño.

Jungkook buscó alguna pizca de mentiras en la mirada de Taehyung pero sabía que no habían. En el tiempo en el que estuvieron juntos y tuvieron la oportunidad de conocerse más a fondo se había dado cuenta que Taehyung, a pesar de todo, era alguien muy transparente y siempre hablaba con la verdad. Suponía que aquello era un rasgo bueno.

Luego de todo aquello Taehyung se fue hasta una de las esquinas de la azotea para poder sacar su teléfono y llamar a Jimin, avisándole que había encontrado a Jungkook. Jimin al otro lado de la línea le gritó que iría en camino, siguiendo las instrucciones de cómo llegar hasta aquél lugar, también le dijo que llamaría a todos los demás chicos para ir hasta allá.

Luego de media hora esperando se escucharon pasos apresurados procedentes de las escaleras que llevaban a la azotea del hospital. Jungkook se encontraba sentado en una pequeña silla de metal al lado de su carpa y Taehyung se movía con nervios alrededor del lugar. Lo cual, ciertamente era algo divertido, ya que el que debería permanecer tranquilo y sereno debería ser el mayor. 

De pronto todo lo que se escuchó fue un grito. Pero no fue un grito de dolor o uno de tristeza ni mucho menos de enojo. Taehyung conocía ese tipo de gritos, era el que se le salía a su papá cuando su equipo favorito de fútbol ganaba un partido, o el que emitía su prima cuando su banda favorita subía nuevo contenido. Era el grito de felicidad; el de reencuentro, un grito de: ''por fin estoy aquí, contigo. Después de tanto, a pesar de tanto. Estoy aquí''. 

Hoseok, Seokjin, Yoongi y Taehyung observaban la escena ajenos a ella. Jimin se encontraba besando la cara de Jungkook y estrujándolo entre sus brazos, con sus ojos llenos de lágrimas. El más pequeño, a cambio, se dejaba estrujar y besar, inmerso en esa misma burbuja que él había creado con Jimin cuando ambos eran solo unos niños. Sus avellanados ojos dejaban caer todas las lágrimas que había retenido y podía jurar que su cuerpo estallaría de felicidad al poder sentir el tacto y calidez de su mejor amigo una vez más en su vida. 

Y se sentía feliz. Feliz de no haberse dado por vencido. Feliz de seguir allí. Feliz de tener a Jimin de regreso. Feliz de encontrarse con alguien como Taehyung.

Feliz, porque algo dentro de él, le decía que su vida sería diferente a partir de ahora. 


DISCULPEN LA DEMORAAA): 
lo que terminó sucediendo con el wifi es que la compañía que otorga el internet a la mayor parte del país tuvo una falla nacional, y por ende muchos no teníamos internet y yo no lo sabíaxd): pensé que era mi módem, pero resulto que no, era una falla de la compañíaxd 

igual pido disculpas por publicar esto tan tarde):

espero que lo disfruten, los quiero mucho, tomen agua, coman sano y atropellen pedófilos <3

Nudes | VkookWhere stories live. Discover now