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El nerviosismo se apoderaba de mi cuerpo, Cassie apretaba mi mano con fuerza sobrenatural, mientras maldecía entre dientes intentando regular su respiración.
-Todo va a estar bien cariño- dije besando sus nudillos.
-¿Bien?- preguntó irónica después de soltar un quejido -Es como atravesar una sandía por la abertura de un limón- soltó un grito desesperada.
Llevaba una hora aproximadamente con el trabajo de parto, si no es que un poco más, pues todo esto parecía eterno, es como si el tiempo no nos hiciera justicia en estos momentos, la partera comenzó a pedirle a Cassie que comenzara a pujar, ella apretaba mi mano con mucho más fuerza que la anterior, sus lágrimas salían sin parar junto con uno que otro grito desgarrador que me daban un vuelco en el corazón.
-Uno más cariño, la cabeza ya está afuera- avisó la partera con una sonrisa en su rostro.
Y así fue, un último esfuerzo que fue acompañado con un silencio para después ser interrumpido por el llanto de un bebé.
-Lo hiciste de maravilla- besé su frente repetidas veces, la partera limpió al bebé y cortó el cordón.
-Es una linda niña- anunció la partera acercando al pequeño ser que acababa de nacer.
Aquella pequeña de piel azulada no dejaba de llorar de manera desconsolada hasta que la sostuve en mis brazos, cesando aquel llanto y desvaneciendo el azul de su piel, a penas había nacido y ya me tenía a sus pies, un pequeño ser que vino a cambiar mi mundo.
-Ve a nuestra pequeña- susurré acercando al bebé.
-Dios mío, es tan hermosa- dijo con evidente cansancio extendió sus brazos para abrazar a nuestra hija -Hola cariño- susurró mientras tomaba sus pequeñas manitas.
La pequeña tomó pecho de su madre, para quedarse dormida plácidamente entre sus brazos -Madre quiere ver a su nieta- dije llamando la atención de Cassie.
-Creo que lo mejor es que tome un baño y que cambiemos las sabanas- respondió mientras se cercioraba que la bebé estuviera cómoda y sobre todo me sorprendía que ella siempre quería verse presentable, sobre todo después de un parto tan agotador.
-No creo que tengas las fuerzas para hacerlo cariño, no tenemos donde colocar a nuestra pequeña- antes de que ella pudiese decir algo madre entró en silencio para abrazarme.
-Serás un excelente padre hijo- besó mi mejilla y se acercó a Cassie -Es tan hermosa- dijo al ver a nuestra pequeña -Teníamos una pequeña fiesta para el bebé antes de nacer, pero al parecer los regalos se adelantaran un poco- soltó un risita tomando en brazos a nuestra hija -Loki, llamé a Luna, va a limpiar la habitación, puedes llevar a Cassie a que tome un baño- Cassie me miró con una señal de «te lo dije»
Asentí y ayudé a Cassie a caminar hasta el baño, pues se rehusó a que la cargara entre mis brazos, le quité su vestido, abrí las llaves de la tina para que esta comenzara a llenarse, traje ropa limpia para después colocar algunas sales y aceites a la tina.
